MAYOR GENERAL
IGNACIO AGRAMONTE Y LOYNAZ
"El Mayor"
(Cuba)
Biografía
(1841-1873)
Nació en Camagüey el 23 de diciembre de 1841 y cayó en combate el 11 de mayo de 1873
frente a las tropas españolas en los potreros de Jimaguayú en la propia
provincia. Fue uno de los fundadores de la junta revolucionaria de
Camagüey. Participó en las labores conspirativas que condujeron al
alzamiento de los camagüeyanos, el 4 de noviembre de 1868,
en el paso del río "Las Clavellinas", en el que no figuró
personalmente, pues se había decidido que permaneciera en la ciudad
organizando el aseguramiento logístico de los alzados, a quienes se sumó
el día 11 en el ingenio "El Oriente", cerca de Sibanicú.
Intelectual revolucionario, formidable y prestigioso jefe militar
hecho con la práctica de la lucha cotidiana, esposo amante, hombre
honesto y de principios. Ignacio Agramonte fue elegido Secretario de la
Cámara de Representantes, cargo al que renunció el día 26 para ponerse
al frente de la división Camagüey. El mayor de los hijos, nacido en un
medio familiar desahogado, Agramonte llegó a adquirir una vasta cultura
que, sin embargo, no puso al servicio de las clases pudientes sino de
los desposeídos.
Los padres de Ignacio Agramonte pertenecieron a familias
criollas. El padre, Ignacio Francisco Guillermo Agramonte
Sánchez-Pereira, también abogado, de ideas liberales, fungiría como
regidor y fiel ejecutor del ayuntamiento de Puerto Príncipe; a su vez,
ostentaba cargo en la filial principeña de la sociedad económica.
Igualmente se desempeñaba en el "Real Colegio de Abogados" de la ciudad,
su hermano, "Francisco José", ejercía como Decano de ese importante
centro de jurisprudencia.
Por la parte del padre fueron varios los miembros que desempeñaron
cargos importantes dentro del cabildo o ayuntamiento; también en la
milicia y en la iglesia. Varios se emplearon como abogados. Eran hombres
emprendedores y de particular inteligencia. Por la rama familiar de la
madre, María Filomena Loynaz y Caballero,
igualmente procedía de una de las más antiguas familias principeñas,
ligada al abogado Juan José Caballero y Caballero , marqués de Santa Ana
y Santa María.
Desde pequeño Ignacio Agramonte parecía gozar de plena
compatibilidad de caracteres y comunicación con su padre. Es sabido que
éste le estimulaba su curiosidad intelectual al llevarlo con frecuencia a
los salones de la Sociedad Filarmónica, repletos de la ilustrada
juventud principeña. Sin dudas, María Filomena no ocupaba un segundo
puesto en cuestiones de atención a sus hijos; marchaba a la par de su
compañero y parece haber sido sumamente celosa por alejarlos de las
cuestiones sociales más comunes y banales de la vida colonial.
Romance épico
El 1 de agosto de 1866 contrae matrimonio con Amalia Simoni
quien sería el amor de su vida, en la iglesia de "Nuestra Señora de la
Soledad". Lo que Ignacio sintió por Amalia fue un amor sublime, fue
idolatría total. Desde Abril de 1867 le confesó haber nacido el uno para el otro. Fue su única novia y esposa. En cuatro ocasiones le juró ser ¨ tuyo para siempre y aún después ¨. De esta unión nacen sus dos hijos: Ernesto, nacido en la manigua, y Herminia, a la que no llegó a conocer.
En Amalia lo encontró todo y ese regocijo pleno lo hizo sentir el
hombre más dichoso. Estando Amalia lejos por causas de la guerra, no
dejó de sentirla muy cerca. Ella, tan fuerte de carácter como él, tan
revolucionaria y cubana, de amplia cultura, amadora, de finos y educados
modales, de exquisita formación musical, entre otras cualidades
especiales, esto hacía que se lograra una perfecta concordancia ética,
amorosa y política con su amado”.
Principales combates
Su primer combate como jefe de las tropas lo libró el 3 de mayo de 1869, en "Ceja de Altagracia". El 17 de mayo 1869 renunció por estar en desacuerdo con la distribución que el gobierno hiciera del armamento desembarcado por "La Guanaja", el 13 de mayo de 1869,
por la expedición del vapor "Salvador". El día 28 se le aceptó la
renuncia con la condición de que se mantuviera en el cargo hasta que se
designara su relevo, lo cual no llegó a producirse. El 13 de junio de1869 participó en la toma del fuerte de "La Llanada" y una semana después, en la acción de "Sabana Nueva". El 20 de junio de 1869,
las fuerzas bajo su mando penetraron en la ciudad de Puerto Príncipe
con el empleo de una pieza de artillería, acción de gran repercusión
política y militar.
El 16 de agosto de 1869 tomó parte en el frustrado ataque a Las Tunas, dirigido por el general en jefe del Ejército Libertador, mayor general Manuel de Quesada. En ese mes libró el combate de "La Luz" y el 27 de octubre de 1869 intervino
en el de "Sabana de Bayatabo". Bajo el mando del mayor general Thomas
Jordan, jefe del estado mayor general, combatió en "Minas de Juan
Rodríguez" (combate de Tana), el 1 de enerode 1870, y en "El Clueco", el 26 de enero de 1870. Al agudizarse sus discrepancias con el presidente Carlos Manuel de Céspedes, presentó su renuncia, el 1 de abril de 1870, la cual fue aceptada el 17.
Diez días antes había combatido en "Jimirú". Sin mando, pero
conservando el grado de Mayor General, continuó la lucha acompañado por
su escolta y por las pequeñas fuerzas que se le fueron agregando. En
tales condiciones realizó alrededor de 19 acciones combativas en ese
año, entre ellas las de Caridad de Pulido, Puente Carrasco, La Gloria,
Santa Brianda de Altamira, Ingenio Grande, Embarcadero de Vertientes y
Múcara. Comprendiendo la importancia de mantener la unidad entre los
cubanos, aceptó el ofrecimiento de Céspedes, el 13 de enero de 1871, de reincorporarse al frente de las fuerzas de Camagüey,
y reasumió el mando de la división el día 17. A partir de ese momento
desarrolló el período más brillante de su carrera militar. La
experiencia adquirida le permitió introducir cambios en el empleo
táctico de la caballería, imprimiéndole gran movilidad, lo que
posibilitó lograr la sorpresa en el combate. El 20 de febrero de 1871 llevó a cabo el ataque a la "Torre Óptica de Colón" (Pinto).
A continuación libró los combates de Lauretania, Limpio Grande,
Hato Potrero, La Entrada, El Mulato y La Redonda. Culminó 1871 con los
combates de El Plátano, La Horqueta, San Tadeo, San Ramón de Pacheco,
Sitio Potrero y El Edén. En 1872
elevó el espíritu de lucha en Camagüey librando, entre otros, los
combates de Palmarito de Curana, Destino, Casa Vieja, EL asiento, San
Borges, y San José del Chorrillo. El 10 de mayo se extendió su mando hasta la provincia de Las Villas
al subordinársele ese territorio. Ese día combatió en "Consuegra". Le
siguieron los encuentros de San Pablo, Los Yareyes, Babujal, Jicotea,
Salado, el 22 de julio, donde una bala le atravesó ambos omóplatos, Jacinto, Las Yeguas y La Matilde. En 1873
libró los combates de Buey Sabana, Curana, Sao de Lázaro, Ciego Najasa,
Soledad de Pacheco, Aguará, el fuerte Molina y Cocal del Olimpo. El 11 de mayo,
en el momento en que atravesaba el potrero de Jimaguayú en medio de un
combate, acompañado por un ayudante y dos ordenanzas, una bala enemiga
impactó su sien derecha provocando que se extinguiera tan valiosa vida.
En el escalafón del Ejército Libertador aparece como ascendido a Mayor General el 24 de febrero de 1870, reconociéndosele la antigüedad en el grado desde el 10 de abril de 1869.
Rescate del brigadier Sanguily
El 7 de octubre de 1871 se cubrió de gloria cuando, al frente de 35 jinetes, protagonizó la audaz hazaña de rescatar al entonces General de Brigada Julio Sanguily,
quien horas antes había caído en poder de los españoles. Esta brillante
acción es ejemplo de capacidad organizativa, coraje y valentía. Con un
pequeño grupo de hombres logró arrebatarle vivo el prisionero a fuerzas
españolas muy superiores en número.
Calificativos honrosos
A partir de Mayo de 1869 algunos partes militares fueron firmados por Agramonte como "El Mayor General" y luego aparecía su nombre. El 9 de julio de 1873, fue el brigadier norteamericano Henry Reeve quien lo calificó "El Mayor..."
El presidente de la República de Cuba en armas, Carlos Manuel de Céspedes, el 8 de julio de 1873 lo denominó "Heroico hijo". El doctor Félix Figueredo Díaz, brigadier y jefe de sanidad del ejército oriental lo nombró, el 23 de julio de 1873, "ídolo de los camagüeyanos".
Su ayudante y miembro de la escolta, el capitán villareño Ramón Roa Garí, lo definió en 1873, "UN HOMBRE DE HIERRO". El generalísimo dominicano-cubano, Máximo Gómez Báez, en julio de 1873, admitió que Agramonte estaba llamado a ser el "Futuro SUCRE cubano". El patriota y periodista Ignacio Mora de la Pera lo consideró, el 11 de junio de 1873, como "La mejor figura de la revolución".
Desde el 10 de octubre de 1888, estando en Nueva York, José Martí lo calificó... "Diamante con alma de beso".[[Manuel
Ramón Silva y Zayas, camagüeyano, catedrático del Instituto de Segunda
Enseñanza y coronel de la guerra de independencia de 1895, llamó a Ignacio Agramonte, el 11 de mayo de 1899 , "Mártir de Jimaguayú". En el periódico habanero "La Verdad|La Verdad", apareció un artículo dedicado a recordar el aniversario de la fatal caída en combate de Agramonte. La publicación, del 11 de mayo de 1899,
lo designó como "Egregio Caudillo". En esa misma fecha, Manuel Ramón
Silva lo ratifica con tres adjetivos, "El libertador", "Titán y campeón
de la libertad".
El destacado periodista camagüeyano [[Ricardo Correoso y Miranda
Ricardo Correoso y Miranda, publicó en el periódico "El Machete|El Machete" un atrevido artículo dedicado a honrar a Ignacio Agramonte, cuando aún la Isla estaba sometida a España. El 18 de mayo de 1887 lo designó "Ilustre abogado" y además un "Washington cubano".
Escolta de Agramonte, participante en el rescate del brigadier Julio Sanguily, el 8 de octubre de 1871, el periodista Manuel de la Cruz Delgado, el 20 de mayo de 1902,
lo designó "Insigne paladín" y "Arquitecto de la revolución". Los
Veteranos de la guerra de independencia siempre llamaron a Agramonte:
"Paladín de la vergüenza" y "Apóstol inmaculado".
Enrique Collazo Tejada,
brigadier cubano y escritor, designa a Agramonte: "Salvador de la
revolución". El abogado, amigo de la familia, y excombatiente a las
órdenes de Agramonte, lo describió, el 21 de febrero de 1921, "Coloso genio militar". El estadista y patriota cubano, Manuel Sanguily Garrite, el 30 de agosto de 1917, designó a Agramonte con extraordinario relieve continental, al nombrarlo "Un Simón Bolívar".
Valores de su vida militar
En los tres años y medio de su vida militar participó en más de cien
combates. Además de los citados, se encuentran, los de La Industria,
Caridad de Arteaga, El Rosario, El Socorro, Piedrecitas, Guaicanamar, La
Trinidad, Las Catalinas y El Quemado. Como jefe supo combinar los
principios de la táctica con la lucha irregular en las condiciones de
las extensas sabanas de Camagüey,
fundamentalmente con el empleo de la caballería. Llegó a establecer una
sólida base de operaciones en ese territorio y prestó especial atención
a la preparación militar y general de los jefes y oficiales, para lo
cual creó escuelas militares como la de Jimaguayú.
Tratado con cariño y respeto por sus subordinados con el
sobrenombre de "El Mayor", impuso estricta organización y disciplina a
sus tropas. "El Bayardo", sobrenombre con el que pasó a la historia, es
un símbolo de gallardía, patriotismo y valor. El 25 de julio de 1900 se le puso su apellido al pueblo de "Cuevitas", en la provincia de Matanzas.
Muerte
El 11 de mayo de 1873,
en una acción de sorpresa, fue derribado de una bala en la sien
derecha. El día 12, al llegar el cadáver a la plaza situada frente al
hospital, el Padre Olallo, desafiando a los soldados españoles, solicitó
conducirlo en camilla hasta el "Hospital de San Juan de Dios",
donde lavó sus restos mortales y rezó ante el cadáver. El cuerpo fue
incinerado con leña y petróleo por orden del gobernador hispano Ampudia.
A los 32 años, en plena juventud, traspasó los umbrales de la inmortalidad.
Fuentes
- Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Primera parte (1510-1898). TomoI. Biografías. Ediciones Verde Olivo.
- Juan Pérez
- Somos Jovenes
- Portal Principe
- guije
- guije
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